Castilla-La Mancha es la única región que cuenta con una Ley específica, creada en 2001, que articula la creación y el desarrollo de los Parques Arqueológicos. Según esta Ley un Parque Arqueológico es un espacio físico en el que confluyen, al menos, dos elementos: una zona arqueológica de gran importancia histórica y un entorno mediambiental adecuado que pueda ser disfrutado.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha seleccionado cinco yacimientos, uno por provincia, para convertirlos en Parques Arqueológicos que garanticen tanto la conservación del Patrimonio Histórico como el desarrollo cultural, social y económico de las comarcas en las que se inscriben. Son los de Segóbriga en Cuenca, Carranque, en Toledo, Alarcos en Ciudad Real, Recópolis en Zorita de los Canes (Guadalajara) y El Tolmo de Minateda en Hellín, Albacete. Este conjunto se ha convertido, sin duda en la red de parques arqueológicos más importantes de toda la Península Ibérica.
Estos parques arqueológicos no deben contemplarse únicamente desde la perspectiva de los monumentos que muestran, que por sus características y valor artístico ejercen por sí mismos de atracción turística, sino también como una forma de acercarnos a los modos y maneras, a la vida cotidiana de las antiguas civilizaciones. Se ha pretendido que cada parque arqueológico sea una lección didáctica de Historia, con centros de interpretación y exposición de piezas recuperadas, modernas instalaciones, proyecciones audiovisuales, recreaciones en tres dimensiones fácilmente accesibles para todos los visitantes. Los cinco parques arqueológicos se encuentran, asimismo, ubicados en parajes naturales castellano-manchegos de gran valor ecológico.
La plasmación del Parque ha sido un proceso lento e intermitente. Desde 2006 se han realizado acciones y se han ido creando infraestructuras. Los trabajos de investigación de las campañas de excavación, si bien no han estado supeditados a la creación de infraestructuras del Parque, han tenido muy presentes la puesta en valor de los restos exhumados. En 2008 comenzaron las acciones más importantes para la implantación del Parque, divididas en tres proyectos: construcción del Centro de Interpretación, proyecto de urbanización, que recoge las acometidas de servicios necesarias para el funcionamiento de los edificios, así como la creación de accesos e itinerarios, y el proyecto museográfico, que expone los contenidos ideados en el proyecto museológico tanto en el interior del centro de interpretación como en los itinerarios exteriores.